Zheng Jun - 正君

"Te ruego humildemente se cumpla por intermedio ante los dioses el milagro que te pido y te prometo que cumpliré mi promesa, brindándote mi fiel agradecimiento y demostración de fé en los dioses y en ti".

 

Esa es la oración de los devotos a Zhèng Jūn, conocido por ser "el dios de los trabajadores, los pobres y humildes".

 

Se cuenta que en vida era una persona jovial, que adoraba los bailes y las fiestas. Poseía grandes habilidades con las mujeres y una mirada intensa que lograba intimidar a cualquiera de sus adversarios.

 

Nadie sabe cómo logró ascender a la inmortalidad estando tan apegado a los placeres terrenales, sin embargo, de lo que no se podía poner duda era de su voluntad por luchar por los que menos tenían. Era visto como un justiciero, un héroe que protegía a los humildes, robaba a los ricos para darle a los pobres, vengaba a los humillados y sanaba a los enfermos. Por ello es que las personas le brindaban protección, alimentos y cuidados hasta el momento de su fatídica captura.

 

Hoy en día posee pequeños altares en las banquitas de las rutas de Tenka, donde los viajeros pueden dejar pequeñas ofrendas, comúnmente vino y cigarros, para pedirle que los cuide y no se pierdan en su viaje. También se le suele rezar para que les dé una mano, "un favorcito", igual que se le pide a un amigo, a la hora de buscar un buen trabajo para sustentar a la familia.

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